El Correntino Guerrero brillo una noche más, una noche diferente, una que se inventó y salió del silbido de un duende y que sin dudas va a formar parte de nuestros corazones Orfeistas.
Semejante tributo a “Momo” hacedor del carnaval no hubiera sido del todo brillante sin el calor de la gente, sin la pasión de cada uno que aporto su granito de arena.
Agradecemos a la Compañía de Ritmo de Samba, el Ballet Flor del Ceibo, las figuras de Orfeo, la Batería y a la Armonía Tricolor.
Ellos, TODOS, gente inigualable que pensó, puso garra, bailó y se imaginó la fiesta como una bendición después de mucho tiempo de espera. A ellos nuestra gran familia se les reconoce y agradece semejante esfuerzo y dedicación.
Un gracias que se entremezcla con esos nervios de un show soñado, un abrazo y las lágrimas de ver el trabajo realizado. Que Ñande Yara los inmortalice en cada acción denodada y la Virgencita que es madre, amiga y hermana los acompañe en cada paso e impronta pensada.
Un gran Sapucay que no se pide, se entrega, como ustedes, gracias!!!!